El elenco representa los personajes femeninos y masculinos (en una escala arquetípica de ánima y animus) personificando esas dos energías opuestas y complementarias. En el desequilibrado mundo actual, el animus oprime al ánima, lo cual genera una violencia que permea las relaciones interpersonales y de las personas con el resto de la naturaleza. La voz femenina, lírica y angustiada de AGDA se contrapone a ese estado de las cosas, para afirmar su singularidad y demostrar con su “fuerza no-violenta” la búsqueda eterna del conocimiento y la trascendencia, lo que hace aún más valioso el desafío de montar este texto en la actualidad. Fue estrenada en 2011 y, aunque han pasado 10 años, sigue tratando una temática extremadamente urgente y actual. El espectáculo ha viajado por varias ciudades y estados brasileños, presentándose en espacios del SESC (Servicio Social del Comercio), del Sesi (Servicio Social de la Industria), en festivales y con el apoyo del Proac (Programa de Acción Cultural). También fue de gira a Évora/Portugal a través del programa de internacionalización del extinguido MINC - Ministerio de Cultura.